Tendinopatía glútea: más allá de la “bursitis trocantérica”

 

Un enfoque crítico desde la evidencia científica y la clínica
por Lic. Santiago Demarchi

 

La tendinopatía glútea (TG) es una causa frecuente de dolor lateral de cadera, caracterizada por dolor de moderado a intenso en el trocánter mayor y sensibilidad a la palpación en dicha zona. A menudo, se la agrupa erróneamente dentro del “síndrome del dolor trocantérico” o “bursitis trocantérica”. Sin embargo, la evidencia actual muestra que es una entidad distinta, con mecanismos, diagnóstico y tratamiento específicos.

En este artículo analizo tres ejes fundamentales: su prevalencia y el problema del subdiagnóstico, las herramientas de evaluación clínica basadas en evidencia y los enfoques terapéuticos más respaldados por la literatura reciente.

 


1. Prevalencia y diagnóstico correcto

La tendinopatía glútea es probablemente la tendinopatía más frecuente del miembro inferior. Diversos estudios estiman que afecta a una de cada cuatro mujeres mayores de 50 años, lo que la convierte en una causa común de dolor lateral de cadera en la práctica clínica.

A pesar de su prevalencia, sigue siendo subdiagnosticada o mal diagnosticada. Gran parte de los casos rotulados como “bursitis trocantérica” son en realidad tendinopatías glúteas, o una combinación de tendinopatía con bursitis secundaria. Este error diagnóstico lleva a tratamientos ineficaces —antiinflamatorios, reposo o infiltraciones bursales— que no abordan la verdadera causa del problema: la disfunción tendinosa.

Además, la literatura muestra que los hallazgos por imagen (RM o ecografía) no siempre se correlacionan con el dolor o la discapacidad funcional. Una resonancia con signos de degeneración tendinosa no equivale necesariamente a una lesión clínicamente relevante. Por eso, el diagnóstico debe ser principalmente clínico, complementado por imagen sólo en casos necesarios.

 


2. Evaluación clínica basada en evidencia

La clínica sigue siendo la herramienta más fiable. Los pacientes suelen referir dolor lateral de cadera que puede irradiar al muslo, con dificultad para dormir del lado afectado, caminar cuesta arriba o mantenerse en una sola pierna.

Algunos test clínicos con respaldo científico son:

  • Single-Leg Stance Test: sostenerse 30 segundos en una pierna. Su positividad tiene alta especificidad (100 %) para tendinopatía glútea confirmada por RM (Grimaldi et al., 2017). 
  • Palpación del trocánter mayor: dolor localizado al presionar la inserción glútea tiene buena sensibilidad (~80 %). 

En conjunto, estos test, junto con la historia clínica, la evaluación funcional y el contexto mecánico del paciente, permiten un diagnóstico preciso sin depender exclusivamente de la imagen.

 


3. Tratamiento: la carga como herramienta terapéutica

El tratamiento de la tendinopatía glútea debe basarse en los principios del entrenamiento y de la fisiología del tendón: el tendón necesita carga para adaptarse. No se trata de evitar el esfuerzo, sino de dosificarlo, progresarlo y guiarlo según la tolerancia del tejido.

Carga lenta y pesada (HSR)

El estudio de Grigat et al. (2025) demostró que combinar entrenamiento pesado y lento (Heavy Slow Resistance Training) con educación al paciente es viable y bien tolerado. Aunque es un estudio de factibilidad, los resultados muestran mejoras en dolor y función.
El concepto central es simple: la carga mecánica, aplicada de forma progresiva y controlada, estimula la reorganización del colágeno y la capacidad tensil del tendón. Este enfoque, ampliamente usado en tendinopatías de Aquiles y patelar, también es aplicable en la glútea.

Manejo clínico y biomecánico (Grimaldi, 2015)

En su revisión, Alison Grimaldi (2015) propuso un modelo integral que combina educación, control de carga y corrección mecánica.
El foco está en reducir la compresión del tendón (por ejemplo, evitar aducción excesiva de cadera o cruzar las piernas) y progresar la carga tensil mediante ejercicios específicos de glúteo medio y menor.
Este enfoque resalta que no se trata solo de fortalecer, sino de modificar el entorno mecánico en el que el tendón debe funcionar.

Hormonas, ejercicio y factores sistémicos

Un tercer eje de evidencia proviene de estudios que relacionan la tendinopatía glútea con cambios hormonales, especialmente en mujeres posmenopáusicas.
La disminución de estrógenos puede reducir la capacidad de reparación tendinosa y alterar la respuesta al entrenamiento. En estos casos, el ejercicio combinado con abordajes médicos (como la terapia hormonal supervisada) podría mejorar la adaptación del tendón.
El mensaje es claro: el manejo debe ser integral, considerando biología, carga, movimiento y contexto hormonal.

 


Isométricos, adyuvantes y otros recursos

Aunque los isométricos no tienen tanta evidencia específica en TG como en otras tendinopatías, pueden servir como puente terapéutico inicial: reducen el dolor, activan el tendón y permiten iniciar carga sin sobrecargar.

Las ondas de choque (ESWT) o el PRP pueden ser opciones complementarias, pero su evidencia es heterogénea y nunca deberían reemplazar la exposición progresiva a la carga.

Por otro lado, el uso de electroanalgesia, magnetoterapia o antiinflamatorios tópicos (como la indometacina) carece de respaldo científico sólido para esta patología.

Estos tratamientos no modifican la estructura ni la capacidad adaptativa del tendón, y su efecto, cuando lo hay, es meramente transitorio.

Basar la rehabilitación en estrategias pasivas solo perpetúa la dependencia terapéutica y retrasa la verdadera recuperación funcional.

 


Conclusión

La tendinopatía glútea es mucho más que una “bursitis trocantérica”. Es una alteración adaptativa del tendón, donde la carga mal gestionada —ya sea por exceso, por déficit o por compresión sostenida— desempeña un papel clave.

El desafío no está solo en aliviar el dolor, sino en readaptar el tendón a las demandas de la vida diaria y del movimiento.
Diagnóstico clínico preciso, educación, manejo de carga y progresión bien planificada: esos son los pilares.

Mientras la ciencia sigue avanzando en los mecanismos y protocolos específicos, la práctica clínica responsable debe seguir un principio simple:

La carga es la mejor medicina, cuando se prescribe con criterio.

 


Referencias

  • Grigat, J. M., et al. (2025). Heavy slow resistance training combined with patient education in patients with gluteal tendinopathy: A feasibility study. Physiotherapy Theory and Practice. https://doi.org/10.1016/j.ptsp.2025.102879 
  • Grimaldi, A., & Fearon, A. (2015). Gluteal tendinopathy: Integrating pathomechanics and clinical features in its management. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy, 45(11), 910–922. https://doi.org/10.2519/jospt.2015.5829 
  • Cordeiro, T. T. P., et al. (2024). Effects of exercise-based interventions on gluteal tendinopathy: A systematic review. Physiotherapy Research International. https://doi.org/10.1002/pri.2093 
  • Ladurner, A., Fitzpatrick, J., & O’Donnell, J. (2021). Treatment of gluteal tendinopathy: A systematic review and stage-adjusted treatment recommendation. International Orthopaedics, 45(12), 2935–2948. https://doi.org/10.1007/s00264-021-05184-z 
  • Grimaldi, A., Mellor, R., Nicolson, P., Hodges, P., Bennell, K., & Vicenzino, B. (2017). Utility of clinical tests to diagnose MRI-confirmed gluteal tendinopathy in patients presenting with lateral hip pain. British Journal of Sports Medicine, 51(6), 519–524. https://doi.org/10.1136/bjsports-2016-096833