Por Lic. Santiago Demarchi
En las últimas temporadas de la NBA presenciamos una curva ascendente y preocupante de rupturas del tendón de Aquiles. Lo que antes era una lesión relativamente infrecuente, hoy aparece con una frecuencia que ya no puede atribuirse al azar.
En este blog analizo el mecanismo más común, los factores de riesgo, el impacto económico para las franquicias y qué sabemos sobre el retorno deportivo real tras esta lesión.
1. Mecanismo lesional: ¿cómo se rompe un Aquiles en básquet?
La mayoría de las rupturas observadas en jugadores de alto nivel siguen un patrón mecánico muy consistente:
- El jugador coloca el pie de apoyo (“trail foot”) por detrás, actuando como un resorte.
- Al apoyar el talón, comienza el impulso hacia adelante con el tobillo en dorsiflexión.
- El tendón de aquiles es solicitado a altas velocidades en una posición de máximo estiramiento. Si no está preparado para resistir esa demanda, llega al punto de ruptura.

Un patrón clave en este mecanismo es el “false step” o paso negativo: un paso rápido hacia atrás que se realiza antes de acelerar hacia adelante para generar momentum.
Sumemos a esto la velocidad, los cambios de dirección y los aterrizajes repetidos propios del básquet moderno, y tenemos un escenario mecánico extremadamente demandante para el tendón de Aquiles.
2. La tendencia alarmante
Los datos recientes hablan solos:
- Las rupturas del Aquiles aumentaron casi 3 veces en la última década.
- Desde 1970 se registraron 63 rupturas, pero 46% ocurrieron solo en las últimas 13 temporadas.
- La temporada 2024–2025 registró un récord absoluto: 7 rupturas.
El básquet contemporáneo (más rápido, más explosivo, con mayores volúmenes desde edades tempranas y con más partidos) parece ser un factor determinante en este aumento.
3. Factores de riesgo: un problema multifactorial
No existe un único culpable. La literatura y el análisis biomecánico sugieren que la ruptura ocurre cuando conviven varios factores:
- Sobrecarga temprana en jugadores adolescentes: AAU, torneos simultáneos, múltiples equipos.
- Tendinopatías previas ignoradas o tratadas superficialmente.
- Fatiga acumulada por calendarios densos y poco descanso.
- Cambios de dirección y aceleraciones repetidas a velocidades altísimas.
- Deficiencias de fuerza excéntrica del tríceps sural.
- Picos de carga mal gestionados durante la temporada.
4. El impacto económico: lo que pierde una franquicia cuando se rompe un Aquiles
Coste por jugador
- Cada ruptura del tendón de Aquiles cuesta en promedio USD 4.000.000 a la franquicia.
- En jugadores categoría “superestrella”, el coste se eleva a USD 5.700.000 por lesión.
Pérdida acumulada
- Entre 1992 y 2019, la pérdida total acumulada por estas lesiones fue de
USD 117.578.851.
¿Por qué tanto?
No es solo el tratamiento médico —es el salario garantizado, la baja de rendimiento del equipo, el costo de reemplazo, la pérdida de valor comercial y competitivo
5. El verdadero retorno deportivo (RTP): datos que hay que saber
La NBA tiene una de las mejores estructuras de rehabilitación del mundo, pero aun así la realidad es esta:
Retorno a competir
- RTP global: 78.38%
Sostenibilidad del retorno
- Del 78% que vuelve, 31.03% queda fuera de la liga en los siguientes 3 años.
Rendimiento deportivo
La mayoría no recupera el nivel de performance pre-lesión (esto incluye explosividad, minutos jugados, eficiencia y disponibilidad).
Superestrellas vs. resto de jugadores
- Entre las superestrellas, solo el 22% vuelve al mismo nivel.
- Entre los jugadores de rol, sorprendentemente, la tasa de recuperación plena fue del 100%.
Interpretación:
El jugador “normal” puede adaptar su rol y seguir siendo útil.
La superestrella necesita volver a su “versión élite”… y ahí es donde el impacto de la lesión es devastador.
Reflexión final
El tendón de Aquiles no es una lesión del pasado: es un síntoma de la evolución del baloncesto moderno. Un juego más explosivo, más rápido, más demandante y con mayor exposición (en especial para las superestrellas) lleva al límite un tejido que necesita tiempo, carga adecuada y progresión.
Teniendo en cuenta que la falta de fuerza, la desadaptación, el sobreentrenamiento o la alta exposición al deporte pueden ser factores importantes que influyen en esta lesión, los invito a participar de nuestro próximo webinar con el Lic. Santiago Rojas “La fuerza como medicina”.







